
"Nuestros pasos por el barro seco agriataban
nuestro andar y el sol me desviaba la mirada
para observar tu cara descalza,
el hermoso tono de tu voz me hacía olvidar
lo que hablabas mientras tus brazos se acercaban
a mi acalorada espalda. Soñaba despierto
anelando darte el beso que nunca llegaba pero
sí me espiaba por dentro, hice las pases
con mi personalidad y me atreví por fin a regalarte
algo que a veces sospecho que estabas esperando...
Hace tanto que no probaba un manjar tan exquisito
y tan adictivo como tus labios".


